jueves, 13 de febrero de 2014

Diario del Buscador 3




7 de Abril de 2325

-¿Cómo te llamas?
-No lo recuerdo.

            El joven parece enfermo, ha estado inconsciente dos días en los que me ha costado bastante guarecerlo y mantenerlo con vida. Ahora tengo que compartir mis víveres.

            Este muchacho es un tanto extraño: es muy blanco de piel, no tiene ni un pelo en todo el cuerpo, ni siquiera en las cejas y hagas lo que hagas siempre tiene frío. Tiene un símbolo grabado en la nuca, y otro idéntico en la muñeca: III. No sé qué quiere decir, pero cuando lo ha visto ha dicho: “Tres” así que lo llamo Tres.

-Y tú, cómo te llamas.
-Todos me llaman Buscador.

            Ahora Tres y yo volvemos al refugio. Él carga con parte del bobinado, pero dudo que pueda hacerlo durante mucho tiempo. No sé exactamente qué le ocurre, ni de dónde viene, pero no parece tener mutaciones y a la vista está que no pertenece a ninguna banda.

-¿Me admitirán en ese refugio?
-No lo sé, espero que sí.
-¿Hablarás a mi favor?
-Ya veremos.

            La verdad es que no lo conozco. Vigilo mis espaldas en todo momento, el horizonte, los riscos, busco huellas en el perímetro del campamento, lo vigilo mientras no me ve... no parece representar peligro alguno ni parece seguirlo nadie. Pero si los Padres no lo ven así, tendrá que quedarse fuera. Confío que eso no ocurra...

-Esa Tormenta de la que hablas, ¿qué es?
-Espero que no tengas que comprobarlo.

            ...porque si se queda fuera, está muerto.

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